5 destinos para turismo de aventura en Santander

San Gil

Si pensamos en este lugar, los primeros referentes que vienen a nuestra mente son aventura y naturaleza, una combinación que lo ha convertido en un destino turístico por excelencia.

Fundado en 1689, su territorio antiguamente fue habitado por los indígenas guane; desde el 2004 es conocido como La Capital Turística de Santander, mención que lo ha hecho popular entre colombianos y extranjeros, por lo que su crecimiento urbanístico y el fortalecimiento de la industria hotelera se han hecho palpables y han contribuido a potenciar esta cualidad comercial.

Su geografía hace posible la práctica del turismo de aventura, el turismo ecológico y su clima cálido favorece cualquier tipo de actividad al aire libre: en el caudal del río Fonce se realiza canotaje, kayaking o rafting; sus montañas son perfectas para el rappel y la espeleología, y los caminos bajo ceibas o higuerones, para hacer senderismo.

Además de la aventura, ofrece bellos paisajes en el páramo de la Virgen de la Salud, el Parque Natural El Gallineral y el balneario Pozo Azul. Su oferta turística también incluye sitios históricos como la catedral de San Gil o la Casa de la Cultura Luis Roncancio.

Barichara

Fundado en 1742, se ha consolidado como destino para el turismo cultural, de aventura y relajación. Fue declarado Monumento Nacional en 1975 y hace parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia. Su esencia colonial sigue intacta: iglesias y casas hechas con bahareque decoran las calles empinadas de este municipio, considerado uno de los más bellos del país.

La oferta turística es encabezada por su herencia arquitectónica, presente en la catedral de la Inmaculada Concepción, y las capillas de Jesús y Santa Bárbara; la tranquilidad se siente en el parque de las artes Jorge Delgado Sierra o del mirador Barichara, y la adrenalina va por cuenta del parapente, rapel o rafting en el río Suárez, siendo sus zonas rurales una gran opción para acampar.

Además de las maravillas naturales y su arquitectura tradicional, el talento de los artesanos es otro motivo de orgullo. Entre sus productos se cuentan pinturas o recipientes hechos de barro, mimbre y/o madera. Además, se destaca el trabajo con la piedra, siendo la representación artística con más tradición en este lugar.

Entre sus actividades culturales están las fiestas y eventos dedicados a exaltar sus tradiciones y acoger a sus visitantes, como el Festival de Cine Verde.

Charalá

Su maravillosa geografía permite la práctica de deportes de aventura en parajes naturales.

Por su aporte a la gesta Libertadora y por ser lugar clave para las luchas independentistas de la Batalla de Pienta y la Revolución de los Comuneros, fue nombrado Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación en 2013.

Su legado cultural se centra en el trabajo con el algodón y las artesanías, tradición que se exhibe en el Museo del Algodón y Lienzo de la Tierra. Junto a él, la Casa de la Cultura José Acevedo y Gómez y la iglesia Nuestra Señora de Monguí son destinos recomendados.

Para los charaleños es importante la preservación de la flora y fauna por su significado ambiental y cultural; por ejemplo, en su parque principal se erige el samán, un gran árbol que es símbolo de la fuerza y la energía espiritual. Su biodiversidad es dominada por los osos de anteojos, los armadillos, los bosques de roble y el pino romerón. Una de sus maravillas naturales es el Parque Natural de Virolín, un santuario que comparte territorio con Boyacá.

Para una mezcla de emoción y naturaleza, está la cascada de San Juan de Curí, un espacio para practicar torrentismo y senderismo que es además el mirador perfecto para observar la provincia de Guanentá, las llanuras de Charalá y el municipio del Valle de San José.

San Juan de Girón

Fundado en 1631, es reconocido por sus edificaciones de la colonia española. Con sus casas creadas entre los siglos XVI y XVIII, y calles blancas decoradas por caminos de piedra, se conserva este estilo tradicional. Girón –como es conocido por la mayoría de personas– fue declarado Monumento Nacional en 1963 y actualmente hace parte de la Red de Pueblos Patrimonio del país.

Este municipio cuenta con atractivos naturales como la cascada el Chorro, con una caída de agua de 70 m, y su oferta turística ha ido incluyendo paulatinamente la práctica de deportes extremos, por lo que sus visitantes pueden hacer rafting, rappel, volar en parapente o practicar montañismo.

La cultura allí está estrechamente relacionada con la religión. La celebración del Corpus Christi y las peregrinaciones a la basílica menor de Juan Bautista en Semana Santa y por el día del Señor de los Milagros, así lo demuestran. La capilla de las Nieves y el Museo Religioso son otros lugares indicados para realizar este tipo de turismo.

Si desea conocer la oferta gastronómica del lugar, encontrará los cultivos de maíz y algunos establecimientos comerciales en los que podrá disfrutar preparaciones típicas santandereanas, entre las que sobresale el famoso sancocho de chorotas.

Socorro

El municipio fue cuna de la Insurrección Comunera en 1781 y otros movimientos significativos en pro de la consolidación de la República. Hoy en día se rinde homenaje a los héroes de estas luchas en el Parque de la Independencia, sitio recomendado para visitar.

Como miembro de la Red Turística de Pueblos Patrimonio, encanta a los visitantes con su gastronomía y su arquitectura con estilo colonial presente en casas, capillas y conventos, siendo el caso de la catedral de Nuestra Señora del Socorro, considerada una de las grandes construcciones del siglo XIX.

En cuanto a la cultura es reconocido por el Festival José A. Morales, un espacio para rendir homenaje a la vida y obra de este compositor. La Casa de la Cultura Horacio Rodríguez Plata y el Panteón de los Próceres, por su parte, son refugios de las riquezas culturales de esta población.

Su clima cálido permite realizar actividades al aire libre, tanto de día como de noche. El turismo de aventura se ha impulsado con la práctica de rappel en el salto del Bejuco, bungee puenting desde el puente Vásquez, rafting en el río Suárez, espeleísmo en cueva Roja, y rappel o torrentismo en la cascada del Saber. En el ecoturismo, se destaca la realiza