5 destinos para turismo de aventura en Caldas
Villamaría
Fue fundado en 1825 y erigido en 1878. Su cercanía con Manizales, con solo 9 km. de distancia, lo convierte en un destino recomendado si visita la capital del departamento. Sin embargo, sus maravillas naturales también son otra razón para conocerlo.
Su variedad de pisos térmicos es sinónimo de una rica biodiversidad. Este municipio está inmerso en la cuenca del río Chinchiná y cuenta con doce senderos ecológicos que le regalarán hermosas panorámicas de los cafetales. Por esta razón, es llamado “Jardín de Colombia” y “Villa de las Flores”, haciendo también referencia a estos cultivos. Estos caminos también son las rutas para dirigirse a lugares ecoturísticos, como los PNN.
Su ubicación lo convierte en el principal punto de influencia caldense del Parque Nacional Natural Los Nevados, la reserva natural más importante del centroccidente colombiano, en la que encontrarán aves, mamíferos, vegetación paramuna y flores que se adaptan a las alturas, como algunas orquídeas. Además, los visitantes podrán sentir la adrenalina con el ciclomontañismo y la escalada en roca y montaña. No se pierda otros destinos como el Palacio Municipal, la estación del ferrocarril y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, símbolos de la arquitectura colonial, algo tradicional que está presente en las construcciones de la región.
La Dorada
Fue fundado en 1886 y es considerado municipio desde 1923. Su ubicación lo consolida como puerto caldense sobre el río Magdalena y, después de la capital, es la segunda ciudad más importante del departamento.
La festividad más reconocida es el Carnaval del Río y el Sol que con muestras gastronómicas y conciertos buscar resaltar las raíces precolombinas y promover el turismo de la región.
Los turistas que quieren acercarse a la naturaleza están en el destino indicado. Sus ríos son sinónimo de aventura, con actividades como la navegación y la pesca deportiva. Una opción reconocida es el río La Miel, donde los doradenses coordinan actividades ecoturísticas y le dan una oportunidad al visitante para que se hospede y conozca de cerca las tradiciones de este lugar. También podrán visitar el Parque Simón Bolívar o el Parque de las Iguanas,un hábitat que le brinda las condiciones óptimas a este reptil, con zonas de sombra, luz y vegetación. Una reservanatural con hermosos paisajes es la Charca del Guarinocito, una de las ciénagas que desembocan en el río Magdalena y que cuenta con zonas para camping y hospedaje. No olviden las Playas Bucamba, ubicadas en la ribera del mismo río, ideales para el descanso y para los deportes acuáticos. Además, encontrará restaurantes, bares y otros establecimientos de comida.
Chinchiná
En un territorio de 112 kilómetros cuadrados, se encuentra este municipio fundado el 2 de abril de 1857, en el marco de la Colonización Antioqueña. Es denominada “la ciudad eléctrica de Colombia” por ser el primer asentamiento del país que aprovechó esta fuente de energía. Hoy, sus represas y plantas generadoras abastecen a Risaralda, Quindío y Caldas.
Su temperatura promedio es de 28°C, un factor que favorece a un turismo creciente con opciones eco y agroturísticas. Así mismo, el turismo cultural y científico se consolidan como sectores en potencia.
Un símbolo de su historia es la antigua estación del ferrocarril, un bien de interés cultural construido en 1925 que rememora el paso del tren por este territorio. También podrán conocer la basílica menor de Nuestra Señora de las Mercedes, ubicada en el parque de Bolívar, hogar de la figura del Señor Caído. En coherencia con la región, el café es un importante símbolo comercial, económico y cultural de este lugar. Por eso, es sede de una planta de café liofilizado, un producto de exportación y altísima calidad, y sus haciendas cafetales son una oportunidad para percibir el delicioso aroma y sabor de este grano. En espacios como la la hacienda El Guayabal y Hosterías del Café podrá involucrarse desde la siembra hasta la degustación del café.
Riosucio
Este municipio fue fundado en 1819 por los sacerdotes Ramón Bueno y José Bonifacio Bonafont. Su territorio estuvo ocupado por varias tribus ancermas que habitaban varios resguardos, una presencia indígena que aún se conserva en los asentamientos Embera Chamí.
Sus tierras fértiles contribuyen a una economía basada en la agricultura, la industria ganadera, el café y la caña panelera. Aquí podrá deleitar su paladar con los deliciosos tamales, “hogagatos” y el pandebono montañero, símbolos de su gastronomía.
Sus festividades se caracterizan por resaltar las tradiciones, la identidad y las costumbres indígenas; su cultura, por la promoción de la danza autóctona y folclórica. El Carnaval de Riosucio es su celebración más reconocida, una oportunidad en la que nacionales y extranjeros disfrutan de exposiciones, cabalgatas y comparsas. Fue declarado patrimonio inmaterial de Colombia y su personaje principal es “El Diablo”, figura de la diversión y las artes. Su geografía contribuye a la diversidad climática, con montañas de temperatura fría y veredas de clima cálido. Podrá disfrutar de bellos paisajes en el cerro Ingrumá, un sitio de peregrinación que también es hogar de mitos y leyendas y sitios de peregrinación. Además ofrece lugares para caminatas por senderos ecológicos y la aventura con el canyoning.
Samaná
Ubicado en la región del Magdalena Caldense, este municipio fue fundado en 1884 y su territorio fue poblado por los indígenas pantágoras. Hoy en día es una potencia ecoturística dentro del departamento.
Su cultura se define con el Festival de los Palenques, las Ferias Ganaderas y la Semana Cultural; su fortalecimiento social y económico ha sido causado por la producción cafetera. Así mismo, el turismo ecológico se ha impartido como una opción en potencia que beneficia el progreso de este lugar y es una apuesta por parte de los samanenses.
Otro destino hídrico reconocido es la Laguna de San Diego, una reserva natural y fuente hídrica que combina diversión y contemplación. Podrá realizar pesca deportiva, cabalgatas, avistamiento de aves y paseos en lancha, guiados por los habitantes del sector. Al quedar en la caldera de un antiguo volcán, la laguna es hogar de un termal perfecto para la relajación. El recorrido hacia este sitio le permitirá observar otros lugares del departamento, como el Embalse Amaní y el río Manso. La reserva natural Parque Nacional Natural Selva de Florencia, es un escenario imperdible de 10.019 hectáreas con áreas protegidas para especies de flora, como heliconas y bromelias, y de fauna, como mamíferos y anfibios. Está compuesto por 23 veredas que sirven de hogar a comunidades indígenas.