5 destinos para turismo de aventura en Quindío
Calarcá
Fundada en 1886, fue punto de partida para la constitución de otros pueblos de Armenia. Es el segundo municipio más poblado del departamento y la economía está basada en sus áreas dedicadas a la ganadería y sus suelos fértiles, perfectos para los cultivos.
Uno de sus motivos de orgullo es la recuperación y embellecimiento del patrimonio local, sustentado en casas fabricadas con bahareque y en la Plaza de Bolívar, su parque principal, que podrá admirar a través de un recorrido que se hace por las calles.
La mejor alternativa para acercarse a la naturaleza es el Jardín Botánico del Quindío, una reserva de 15 hectáreas que alberga plantas medicinales, senderos ecológicos y el reconocido Mariposario. Para los aventureros son varias las opciones: rafting y kayak en el río Barragán; parapente en el cerro el Castillo; rappel, escalada en roca y espeleísmo en el Ecoparque Peñas Blancas, y juegos de cuerdas altas.
Su cultura se define al través del café: fiestas nacionales, reinados y circuitos de aprendizaje. Podrá visitar Recuca o el “Recorrido de la Cultura Cafetera”, un lugar para convertirse en caficultor o chapolera y acercarse a este oficio característico e histórico de la región. No deje de lado las tertulias o el compartir con los habitantes, caracterizados por su hospitalidad y civismo.
Salento
En el nororiente del departamento se alza “la cuna de la palma de cera”, un municipio que regala aventura y naturaleza. Su clima templado, por la altitud y la cordillera central, es perfecto para el turismo y las caminatas al aire libre. Es otra vía de acceso para el Parque Nacional Natural Los Nevados, que comparte territorio con Caldas, Risaralda y Tolima.
La historia del llamado “padre de los municipios del Quindío” se refleja en la arquitectura, legado de la colonización antioqueña; en sus casas coloridas y su parque principal, acompañado con tiendas para tomar café, otras de comercio y el templo Nuestra Señora del Carmen.
Para conectarse con la naturaleza visite el Ecoparque el Mirador, donde probará golosinas quindianas o un canelazo para combatir el frío.Desde ahí observará uno de los mejores paisajes del país: el Valle del Cocora, que presenta alturas entre los 1800 metros y los 2400, un lugar para el ciclomontañismo y el parapentismo, las cabalgatas, la observación de aves, el trekking, la contemplación y la degustación de la trucha arcoíris. En sus inmediaciones podrá visitar el cañón alto del río Quindío, perfectopara el avistamiento de aves.
No olvide la Calle Real, un corredor adornado por bellas artesanías como brazaletes aromáticos con granos de café o adornos hechos con guadua que podrá comprar.
Filandia
Su nombre significa “Hija de los Andes” y su etimología se divide en los vocablos “fila”, del latín, y “landia”, del idioma inglés. Fue un territorio habitado por los quimbayas y su fundación fue en el año 1887.
Su plaza central es un centro de reunión para las tertulias. Además de los yipaos sobre las carreteras o los quioscos para comprar salpicón, podrá encontrar la calle del Tiempo Detenido, un nombre coherente con sus casas referentes a la Colonia. Esa herencia cultural también se refleja en el Festival Camino del Quindío, en el que se recuerda la historia del país, y en el barrio San José, una zona reconocida por la presencia de los artesanos, su trabajo de cestería y la fabricación de lámparas, bolsos, baúles y otros objetos.
Si desea perderse entre la vegetación visite la Reserva Bremen-La Popa, terreno compartido con Circasia y el departamento de Risaralda, del que también es fuente de abastecimiento de agua junto a Valle del Cauca y Quindío. Allí podrá hacer avistamiento de aves nativas y endémicas, senderismo para aprender sobre estas especies, y conocer más sobre este lugar natural, donde conviven los pinos y los helechos.
No olvide subir al Mirador Colina Iluminada del Quindío, una torre 27 metros de altura perfecta para observar el municipio y otros lugares del departamento.
Quimbaya
En el noroccidente del departamento, este municipio cuenta con atractivos turísticos ideales para el contacto con la naturaleza. En 1922 adquirió su nombre actual, inspirado en la etnia indígena que habitó el territorio donde está asentado.
Uno de sus destinos más reconocidos es Panaca, un parque temático en el que aprenderá sobre los animales, el manejo responsable de los recursos y una relación amigable con la fauna. En esta divertida experiencia podrá interactuar con perros, conejos, cerdos, búfalos, caballos, vacas y más. Al dirigirse a este lugar, podrá ver la aldea del Artesano donde estos artistas diseñan y exponen gran parte de su trabajo hecho en plata, totumo, guadua y otros materiales.
Entre cultivos agrícolas, podrá una alternativa de turismo académico y científico en la Pequeña Granja de Mamá Lulú, una propuesta de turismo sostenible que involucra la naturaleza y los temas agropecuarios. Además del recorrido pedagógico, cuenta con servicio de alojamiento y restaurante típico.
No olvide la diversión sobre el agua: emule a los antiguos indígenas en su transporte a lo largo del río y navegue sobre balsas hechas en guadua por el río La Vieja. Si desea una experiencia igual de cercana a la naturaleza, pero con más tranquilidad, puede ir a la Reserva Forestal La Montaña del Ocaso.
Montenegro
Fundado en 1892, este municipio fusiona la economía y el turismo para enamorar a sus visitantes. En sus zonas rurales encontrará hoteles, fincas para acercarse al oficio del café y espacios para divertirse.
Aquí, el legado de la colonización también se evidencia en la arquitectura. Ejemplo de ello es el edificio Cadavid, una casona que, junto a otras edificaciones, es símbolo de la historia del pueblo. Puede complementar su caminata en el parque principal.
Encontrará uno de los mayores encantos turísticos del país, el Parque Nacional de Café, inaugurado en 1995. Este parque temático cuenta con más de 30 atracciones mecánicas, restaurantes y quioscos para degustar la gastronomía quindiana. También se divertirá en la Torre del Mirador, en los recorridos en teleférico y en el Tren del Café. Este lugar también ha incluido nuevos atractivos de índole cultural.
Si su opción es el agroturismo puede ir al Paraíso del Bambú y la Guadua, donde aprenderá sobre los recursos no renovables y el buen manejo de la guadua y el bambú. Cuenta con recorridos agroecológicos, talleres teórico prácticos, un vivero especializado y espacios para el avistamiento de aves.
¿Otra alternativa? El Parque de la Familia, ubicado en la vía que conduce a Pueblo Tapao, un espacio para los deportes y la diversión acuática, con piscinas y toboganes.